Cuando una familia se acerca al Centro de prevención y tratamiento de la desnutrición infantil dedicamos tiempo a conocernos. A través de una entrevista conversamos sobre su vida y sus hábitos. Conocemos a los integrantes de la misma y hacemos un diagnóstico médico de los niños menores de 5 años y, si lo hubiera, de la mamá embarazada.

El diagnóstico de desnutrición infantil realizado por los pediatras y nutricionistas de la asociación permite el ingreso de una familia al programa. En el centro recuperamos a niños con desnutrición leve, grave y aguda. De acuerdo a cada momento de la enfermedad, un niño con desnutrición infantil puede ser hospitalizado.

Las familias de CreSiendo se encuentran con un nuevo mundo de posibilidades. Los niños tienen controles médicos y sesiones de estimulación temprana. Las mamás aprenden a cocinar con alimentos indicados por la nutricionista del centro y participan en talleres que permiten su desarrollo personal.

Una mamá fuerte y comprometida es fundamental para el tratamiento del niño.

En este programa hemos visto crecer familias que llegaron con miedo e incertidumbre. Con bebés que necesitaron ser hospitalizados.

Hoy, estos bebés juegan, corren y se ríen. Y sus mamás también.